No te estoy diciendo NO porque no te quiero, Te estoy diciendo NO porque me quiero
Saber DECIR NO, es saber respetarse.
Saber decir no es entender que hay momentos en que necesitas tu espacio, tu posición y tu tiempo. Saber decir no es tener claro que hay límites para ti y para los demás. Además, es tener la valentía y el coraje de cuidarse y quererse para así entender que un NO bien pensado, argumentado desde el respeto y de los hechos y trabajado vale más que un SI vacío y sin una intención verdadera.
Tu respeto y tu valía no están en la cantidad de SI que dices, sino en la calidad de los mismos. El SI y el NO hacen parte de los procesos de la vida; ambos son necesarios y valiosos. Cuando cada uno de ellos es dicho por ti de manera genuina desde tu autenticidad, respeto y legitimidad – tus conversaciones y tus acciones ganan fuerza y peso.