Los 4 acuerdos

Cuando hacemos acuerdos con nosotros mismos, fortalecemos nuestro autoconocimiento y nuestra autogestión emocional…ponemos nuestro enfoque hacia adentro y dejamos descansar lo de afuera.

1. Cuando conscientemente hago mi mejor, tengo claro que eso es todo lo que puedo hacer…dejo de buscar el perfeccionismo y me enfoco en mi condición humana (aprender…conocerme, retarme, caer, levantarme y superarme). El perfeccionismo es una ilusión y buscarlo constantemente nos lleva a un estado de insatisfacción constante.

2. Ser sincero (lo que pienso, lo que digo y lo que hago están alineados) conmigo mismo y con los demás promueve la confianza – la base de cualquier relación sólida y sana. Fomento el respeto hacia mi mismo y a los demás.

3. Cuando mi amor propio está nutrido, mi SER está cuidado. Soy capaz de llevar a mi HACER los comentarios que considero que me podrían ayudar a crecer y suelto los que salen desde un lugar oscuro de los demás (recuerdo que si el otro se enfoca en juzgar y machucar, eso pertenece a él y probablemente está lidiando con su propia oscuridad). 4. Tengo la valentía de tener las conversaciones públicas con las personas que necesito completar mis conversaciones. Me respeto. No me permito tragar ni soponer cosas que sé que me consumirán. Dar vueltas a los temas sin ocuparse de ellos crea ansiedad, estrés, desgaste mental y erosión de las relaciones interpersonales.