La relación que tienes contigo, afecta todas las demás
Cuida como te tratas.
Cuida como hablas contigo mismo/a, como piensas, como sientes, como imaginas, como sueñas y como aterrizas las cosas.
Todo empieza en nuestro interior. Por esta razón, para poder estar para los demás, primero hay que estar para uno mismo/a. Para amar, antes hay que amarse.